El pasado domingo por la tarde, una Policía Nacional, libre de servicio, mientras estaba en casa de su hermana, de repente escuchó muchos gritos.
Era su cuñado que estaba utilizando una radial y de repente se enganchó a la sudadera y se hizo un enorme corte en el brazo, comenzando a sangrar a borbotones.
Rápidamente le pidió a su hermana que consiguiera algo parecido a una cinta de al menos 5 cm de ancho y un elemento rígido para poder hacer un torniquete.
Mientras presionaba para que dejase de salir la sangre a borbotones, tenía el altavoz con el 112 al otro lado para coordinar la llegada de personal sanitario.
Su hermana consiguió una tela lo suficientemente ancha y un rotulador rígido con el consiguieron contener la hemorragia, pero el herido había perdido aproximadamente un litro de sangre y tenía los tendones seccionados, según le dijeron posteriormente los servicios sanitarios.
Cuando llegó la ambulancia, el personal médico le dijo que gracias al torniquete que había hecho, pudo cortar la hemorragia y salvarle la vida a su cuñado.
Nuestra enhorabuena a este Policía Nacional.