Dos mujeres sorprendieron a los agresores en pleno robo. Pese a que lograron escapar a bordo de una furgoneta, días después fueron detenidos.
Los hechos sucedieron el pasado domingo a las 4 de la tarde en el barrio de Los Cármenes (distrito de Latina, Madrid). Ocurrió en el número 19 de la calle de Riocabado, cuando los dos atacantes accedieron al inmueble a la espera de toparse con alguna potencial víctima.
La pareja de ancianos accedió al portal y se separó un instante. Mientras él, de 77 años, abría el buzón; ella, de 81, subió unas pequeñas escaleras para llamar al ascensor.
Fue entonces cuando uno de los sujetos se abalanzó por la espalda sobre la octogenaria y la intentó estrangular con la técnica del «mata león». Los gritos alertaron a su marido, que trató de impedir la agresión.
En cuestión de segundos, una vecina del bloque y una amiga de ésta llegaron al portal, al abrir, los dos delincuentes empujaron la puerta y echaron a correr. «Salieron riéndose y sin mascarillas. El primero sujetaba algo debajo de la camiseta.», declaró la testigo.
Sin tiempo para reaccionar, entraron al portal y descubrieron la desagradable escena. «Yo vi al señor caído en el suelo y mi amiga pegó un grito al creer que la mujer estaba muerta», reconoce la testigo, quien, sin pensárselo dos veces, echó a correr detrás de los autores. La agredida, en realidad, había perdido momentáneamente la consciencia. Ya en la calle, la perseguidora y su marido (que la esperaba dentro del coche y se topó de bruces con la tensa situación) observaron cómo los dos jóvenes se marchaban a toda prisa en una vieja furgoneta, con golpes y arañazos y una pegatina de la bandera de España en la parte trasera, estacionada en una plaza de minusválidos de la zona.
De vuelta al portal la testigo, una unidad de soporte vital básica del Summa trasladó a la afectada en estado leve al Hospital Gómez Ulla. Presentaba una crisis de ansiedad.
Posteriormente la testigo y su marido acudieron a la Comisaría de Latina y reconocieron en fotos a uno de los autores: un varón, de entre 17 y 19 años y de origen magrebí, ataviado con una camiseta blanca y deportivas, de complexión delgada, altura en torno a los 160-170 centímetros y el pelo rapado por los laterales y más largo y rizado en la parte de arriba.
El segundo delincuente, de complexión atlética, más alto (en torno a los 180 centímetros) y de más piel oscura que el primero, no pudo ser identificado en sede policial. Pero al cabo de unos días, la Fiscalía de Menores se puso en contacto con las víctimas y la pareja personada en Comisaría para que se acercasen de inmediato hasta sus instalaciones debido a que los dos sospechosos se encontraban allí detenidos, fue entonces cuando lo reconoció sin ningún género de dudas.
A continuación, en Fiscalía de Menores, la testigo declara; «vimos al matrimonio. Ella tenía puntos en la barbilla, los labios hinchados y dos moratones en la parte baja de la cara».
Los dos detenidos son magrebíes y menores de edad tutelados por la Comunidad de Madrid, uno de ellos hacía día que había desparecido del Centro de Menores.