Al parecer el dueño le había puesto un cadena con candado por dentro.
La Policía podría ahora abrir diligencias al legítimo dueño de la vivienda por coacciones hacia la okupa.
La Policía Local se desplazó ayer por la tarde al número 40 de la calle Cerezo de Zaragoza tras recibir la llamada de una mujer que decía vivir en el edificio y no poder entrar porque habían puesto un candado en la puerta. La señora reconoció a los agentes que ocupaba un piso de la primera planta de forma ilegal.
Con ayuda de los Bomberos de Zaragoza, se logró acceder finalmente al bloque a través de un balcón.
Una vez dentro, se cortó la cadena de la puerta principal y la okupa pudo acceder al domicilio.
Los Policías Municipales no encontraron a nadie dentro del inmueble, pero dieron cuenta de lo sucedido a la Policía Nacional, que podría abrir ahora diligencias contra el dueño por coacciones.
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