La Fiscal no da credibilidad a la versión de la supuesta víctima de maltrato de la calle Cabrales, en Gijón, y mantiene los tres años de prisión para el acusado.
«Dije en el bar que mi novio me había apuñalado pero fue por despecho, no me hizo nada, me caí contra un espejo roto». La presunta víctima de un ataque por parte de su pareja en un piso de la calle Cabrales hace dos semanas negó en el juicio que se celebró en el Penal 1 de Gijón que su compañero sentimental la hubiese agredido con un arma blanca. «Yo estaba muy ebria y había consumido drogas y también pastillas para dormir, empezamos a discutir por celos y porque él quería dejar la relación y me caí primero contra una mesa y luego contra un espejo, no recuerdo bien lo que pasó porque estaba muy mal», declaró ante el juez.
La fiscal no da credibilidad a esa versión, «que tiene por finalidad proteger a su compañero sentimental», y mantuvo para el acusado la solicitud de condena de tres años de cárcel, a lo que se suma una orden de alejamiento y comunicación.
El acusado aseguró que no le había agredido, «ni ese día ni nunca». «Es ella cuando bebé la que alguna vez me llegó a pegar», dijo, para añadir: «Ese día discutimos y ella se cayó contra un cristal roto, yo me asusté y me fui de casa, a la hora volví porque estaba preocupado y me detuvo la Policía».
En el juicio declararon también los Policías Nacionales que intervinieron. «Cuando llegamos la mujer estaba en la ambulancia, había bajado a pedir ayuda a la calle y dijo que la había atacado su novio por la espalda, pero que no sabía con qué arma», declararon.
En la vivienda se encontraba la hija de ella, de diez años. Cuando los Agentes subieron al piso, la niña estaba dormida en la habitación.