Grabaron con un cuchillo la palabra «maricón» en un glúteo a la víctima.
Y así fue, le grabaron la palabra «maricón» pero de forma consentida. La «víctima» se ha presentado en una Comisaría de Policía Nacional (sin determinar) y ha confesado que se lo había inventado todo.
En cuanto se conoció la noticia los medios de comunicación ocuparon todo su espacio en encontrar al grupo criminal que había cometido esta atrocidad, en momento alguno hasta hoy, no se habían parado a analizar el suceso tal y como lo narraba la supuesta víctima y entonces, asociaciones, políticos y demás entes comenzaron una movilización en contra y en repulsa de esta acto.
Recordemos que hasta el Presidente del Gobierno, convocó a la «comisión contra los delitos de odio» por el repunte de la violencia homófoba para «analizar la situación y activar los mecanismos» necesarios para frenar esta oleada de violencia.
Sobre el resto de delitos violentos que se producen cada día no se pronunció, tampoco creó una «comisión para la evacuación de los españoles en Afganistán», pero en esta ocasión sí, este era un delito que sí le interesaba, un delito necesario para ocultar muchos otros.
PolicíaH50, de nuevo, ya había adelantado que existían contradicciones y que la Policía Nacional necesitaba tomar declaración de nuevo a la víctima para el esclarecimiento de los hechos, mientas, otros medios (incluidos policiales), condenaban fervientemente el suceso sin siquiera recabar mayor información.
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